Un hospital para Mérida
Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes cumple 50 años
Con el objeto de elevar la calidad de vida de los usuarios basada en la gratuidad, universalidad, integralidad, equidad y solidaridad, hace 50 años, un 23 de diciembre de 1972, abrió sus puertas el Iahula para brindar atención médica asistencial especializada.
Cuenta el director del centro hospitalario, Franklin Ramírez, que —para la época— Mérida tenía la necesidad de un hospital de envergadura, y fue el sacerdote Escolástico Duque quien tuvo la idea visionaria que se tornó en realidad en el ingenio del arquitecto Augusto Tobito Acevedo.
Destacó la autoridad que esta imponente obra, patrimonio arquitectónico del estado, ha sido pionera en la formación y capacitación de los más destacados profesionales de la salud, de renombre nacional e internacional.
“Hoy, celebramos esta gran fiesta de labor ininterrumpida, en una gestión de gobierno liderada por el presidente Nicolás Maduro, la ministra de Salud, Magaly Gutiérrez, y el gobernador Jehyson Guzmán, hombre con vocación humanista, comprometido con la salud de los merideños”, expresó.
Actualmente, el Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes (Iahula) cuenta con más de 2500 trabajadores activos, que dan respuesta a las necesidades sanitarias de nivel especializado de los merideños y de estados vecinos.
El hospital de referencia en el país alcanzó más de 7500 intervenciones quirúrgicas; las estadísticas reflejan alrededor de 4125 sesiones de hemodiálisis realizadas, más 2900 partos asistidos, unos 20 000 pacientes atendidos por vez primera en el área de Triaje, y alrededor de 50 000 usuarios recibieron atención médica en las áreas de consulta externa. Estas son parte de las cifras que demuestra el incremento de la capacidad resolutiva de un centro de salud que sigue de puertas abiertas, acotó.
Asimismo, en un sencillo y merecido reconocimiento en el nivel plaza del recinto hospitalario, se celebró una eucaristía oficiada por el párroco Nelson Arellano, quien, en compañía del ministerio de música de la parroquia San José Obrero y parte del personal sanitario, dio gracias Dios por el aniversario de la institución, que ha sido cuna, sanación, resguardo y despedida de muchos.
Al mismo tiempo, la actividad religiosa fue propicia para bendecir un espirómetro, dispositivo adquirido por la institución para el servicio de Neumología, el cual fue recibido por el jefe del área, Cleizer Altamiranda, puntualizó Ramírez.
Por amor a Mérida, el Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes; la autoridad única de salud, Gerardo Molina, y la directora de la Corporación de Salud del estado Mérida (Corposalud), Gladys León de Rosas, forman parte de un extraordinario equipo de salud que hoy se une a esta gran celebración. /Prensa Gobernación de Mérida