En la Catedral de Mérida
Feligreses dan gracias y honran a los primeros santos venezolanos
Con fe y emoción los merideños continúan dando gracias, por los favores concedidos, a los primeros santos venezolanos, el Dr. José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles, a quienes hoy enaltecen con más devoción y orgullo por su canonización.
Es el caso de Ana Cáceres, quien se acercó a la Catedral Basílica Menor Inmaculada Concepción de Mérida para darle gracias, en específico a Dios y a San José Gregorio Hernández, por el milagro de la sanción en ella tras padecer de un cáncer, diagnóstico que fue muy duro tanto para ella como para su familia.
En medio de sus oraciones, plegarias y agradecimientos, la exaltación, el impacto y el llanto la abordaron al ver al niño Luciano Javier Bonilla Vega, quien vestido con la icónica imagen del Dr. José Gregorio Hernández (con corbata, sombrero y traje negro, camisa blanca e incluyendo bigote) se paseaba con su inocencia y caracterización por los espacios de la Catedral.
«Doy gracias a Dios, porque tenemos nuestros primeros santos, tan bellos y hermosos. Al ver al niño vestido de José Gregorio Hernández, me emocioné mucho, lo abracé y no lo quiero soltar, se me pareció mucho al Dr. y más cuando lo tenía en mis brazos», expresó Ana.
Mientras que, para Luciano Javier, de 10 años de edad, como integrante de una familia activa de la Iglesia católica, el Dr. José Gregorio Hernández es un santo maravilloso, por lo que con mucha alegría y devoción vive y disfruta el personaje en medio de tan importante hecho histórico para Venezuela.
«Para mí, antes de ser santo, José Gregorio Hernández era un doctor cristiano muy importante que hizo muchos milagros, ahora que es santo, para todos nosotros los venezolanos es de gran significado al tenerlo entre los dos primeros santos del país, y que ahora pertenece a todo el mundo», señaló Luciano Javier. /Prensa Gobernación de Mérida /Wilmer Sosa